¿Por qué debo limpiar mis conductos de aire acondicionado?
Es habitual que cuando ponemos en marcha nuestro aire acondicionado por primera vez en verano emita un olor poco agradable. Este hecho se debe a que, con el funcionamiento, el equipo y sus componentes se van ensuciando con el tiempo. Esta suciedad provoca que los filtros lleguen a taponarse y saturarse, evitando que realicen su función adecuadamente, produciendo que esa suciedad vaya pasando poco a poco al interior de la unidad interior y llenándola de suciedad. Ésta, en combinación con la humedad que se produce en el intercambiador y el ventilador interior al funcionar en modo frío, hará que proliferen multitud de bacterias y hongos en estos lugares, lo que dará lugar al típico olor a «humedad» con toques de «vinagre». Algo muy característico en las unidades de aire acondicionado con mantenimiento deficiente.
Este hecho ocurre tanto en los equipos pequeños tipo splits como en los sistemas de aire acondicionado centralizado por conductos.
La limpieza, necesaria desde el principio
La limpieza de los equipos de aire acondicionado y de sus conductos se hace necesaria desde el momento en que son instalados. En SELVAGGIA nos encontramos con instalaciones nuevas y siempre contienen polvo del propio proceso de la instalación. Si no es eliminado supone un sustrato físico ideal para albergar ácaros y microorganismos que nos afectarán más o menos en función de nuestra idiosincrasia. Lo harán en forma de alergias o incluso de enfermedades de tipo respiratorio.
En otros casos nos encontramos con restos más gruesos como cascotes de obra, trozos de cables, tornillos, virutas metálicas, etc. Cada uno se considera contaminante de los conductos por el hecho de no pertenecer a la propia instalación de climatización. Todos ellos deben ser eliminados, ya que el aire que respiremos estará en continuo contacto con estos restos, convirtiendo el aire que respiramos a diario en un aire contaminado.
Las enfermedades o afecciones que podemos contraer las personas como consecuencia de una mala calidad del aire son muy variadas. Pueden ir desde el Síndrome del Edificio Enfermo*, alergias, afecciones respiratorias hasta las enfermedades nosocomiales que se contraen en los centros hospitalarios. Como infecciones de heridas abiertas, enfermedades de las vías respiratorias, enfermedades de la piel, etc.
Limpieza del sistema de climatización
La limpieza del sistema de climatización se realiza desde el equipo climatizador hasta las rejillas de impulsión y extracción de aire.Incluyendo los conductos que llevan el aire hasta dichas rejillas. Nos podemos encontrar con dos tipos de instalaciones por conductos:
- Con conductos de impulsión y de retorno de aire.
- Con conductos sólo de impulsión de aire. En este caso el retorno de aire se realiza a través de los falsos techos, lo que se conoce por plenum. Los plenums también deben mantenerse limpios ya que hacen de «conducto» de retorno hasta el equipo que climatiza.
Los tipos de materiales de conductos que nos podemos encontrar son: fibra de vidrio desnuda (material poroso de color amarillo), climaver plus (fibra de vidrio recubierta por papel de plata), chapa galvanizada, obra, climaver neto (lana de vidrio recubierta de plata por el exterior y de un tejido de vidrio reforzado de color negro por el interior).
La limpieza de los conductos se debe realizar mediante cepillado mecánico y/o aire a presión, en función del tipo de suciedad que contengan y por una aspiración simultánea al objeto de recoger toda la suciedad en el colector, que debe incorporar 3 etapas de filtración, una de ellas de alta eficacia con filtros HEPA.
SELVAGGIA puede ayudarte
La limpieza de conductos de aire acondicionado y equipos de climatización está regulada en el RD 1027/2007 del 20 de julio (RITE) y la NORMA UNE 100-012-05 «Higienización de Sistemas de climatización».
En SELVAGGIA podemos ayudarle con la higienización de su sistema de climatización y mejorar la calidad del aire que respira en su vivienda, lugar de trabajo, negocio, clínica, hospital, etc.
Higienizamos cualquier tipo de material de conducto, splits, consola de techo, etc. Incluidos los de fibra desnuda, que se cepillan con cerdas especiales, realizando su encapsulado posterior. Lo que le confiere al conducto menos rugosidad y por tanto, menos capacidad de incrustación de la suciedad, a la vez que lo desinfecta por sus propiedades bactericidas y fungicidas.
* Síndrome del Edificio Enfermo
El término ‘Síndrome del Edificio Enfermo’ (SEE o SBS) fue acuñado para describir los edificios en los que un alto porcentaje de personas experimentan efectos agudos sobre la salud y el bienestar. Aparentemente se vinculan al tiempo que pasan en el edificio, pero para los cuales no se pueden identificar causas específicas.
Los síntomas físicos del síndrome del edificio enfermo pueden incluir irritación de ojos, nariz y garganta. También dolores de cabeza, tos y piel seca o irritada, asma, náuseas, dificultades para concentrarse, fatiga y sensibilidad a los olores. Usualmente los síntomas asociados desaparecen o disminuyen de forma significativa cuando las personas salen del espacio afectado.
Hay muchas causas de polución del aire de los interiores, de acuerdo con los estudios efectuados. La causa más importante del síndrome del edificio enfermo es alguna deficiencia en los sistemas de ventilación de éstos.